En el área de Educación Artística, una situación de aprendizaje según la LOMLOE implica que los estudiantes aprendan y desarrollen competencias clave a través de actividades creativas y expresivas que conecten con su vida cotidiana. Por ejemplo, en lugar de aprender sobre el arte de manera teórica o aislada, los alumnos pueden participar en proyectos como la creación de una obra de arte, la representación de una danza o la realización de un montaje audiovisual. Estas actividades les permiten explorar diferentes técnicas artísticas mientras aplican sus conocimientos de forma práctica y significativa.
Este enfoque busca que los estudiantes desarrollen habilidades como la creatividad, la capacidad de expresar ideas y emociones a través del arte, y el trabajo en equipo, todo ello en un contexto que fomente su participación activa. Además, al trabajar en proyectos cercanos a su entorno y sus intereses, los alumnos no solo adquieren conocimientos técnicos, sino que también desarrollan su sensibilidad artística, su capacidad para resolver problemas y su pensamiento crítico, competencias esenciales tanto dentro como fuera del ámbito escolar.